jueves, 18 de noviembre de 2010

Literatura Comparada: La recepción del Quijote en la tradición literaria inglesa (Prof. Pardo García)


La huella cervantina en Inglaterra surge con un artículo publicado por J. Fitzmaurice Kelly, en el que se ponía de manifiesto que fue en ese país, el primero donde aparece el Quijote traducido interpretado. A pesar de ello, el entusiasmo de la obra no fue tan grande como nos puede hacer pensar la lectura de dicho artículo. Surgen otros críticos como Edwin Knowles que ponen en duda la aportación del propio Fitzmaurice Kelly.
Lo que sí parece sobradamente comprobado es que la recepción del Quijote en Francia durante la primera parte del siglo XVIII superó con creces las expectativas y por consiguiente la recepción que esta obra tuvo en Inglaterra. Por ejemplo, en el país inglés se encuentran dos traducciones, la de Shelton y la de John Philipps. Por el contrario, en Francia hubo hasta catorce traducciones. Además en Inglaterra en esa época,se lee como comedia baja, como farsa pues se ve a Don Quijote como un bufón. En Fancia se lee más cultamente y de manera crítica; los comentarios que provoca son a favor de la obra. En Inglaterra por su parte, se imita deformando y distorsionando la obra original, en Francia encontramos textos que marcan la novela realista en base al patrón cervantino. Paul Scarron escribió en 1751 la novela cómica y fue traducida en Inglaterra.

Sólo dos obras inglesas se comparan a la publicadas en Francia, Francis Beaumont, "THE KNIGHT OF THE BURNING PESTLE", con una conexión quijotesca clara y curiosamente es representada antes de que el Quijote fuera traducido. Se trata de una obra de metaficción. Cervantes lo plasma así en la segunda parte en el cuadro de Maese Pedro. Lo que resulta asombroso es que Beaumont imita la obra cervantina sin saber español y esto da lugar a un debate muy rico. ¿Se puede considerar intertextualidad? Lo que sí parece sobradamente comprobado es que la obra de F. Beaumont es la primera obra inglesa con raíces propiamente cervantinas.
La otra obra que se salva en la tradición inglesa, comparativamente con la francesa, es "HUDIBRAS" de Samuel Butler. Es una sátira contra los puritanos encarnado en el personaje de Hudibras.
Hay que esperar hasta el XVIII para ver unas buenas lecturas del Quijote y éstas serán sátiras y muy bien planteadas. Lo que es indudable es que el texto de Cervantes genera reproducción y producción literaria, es decir, provoca comentarios pero a la vez obras basadas en el modelo cervantino.
W. Temple llega a afirmar que Cervantes y su obra provoca la decadencia española pues entre otras muchas cosas, rebaja el principio de honor , de moral y de valor en la tradición española.
En los autores augústeos de la tradición inglesa literaria, J. Swift es el que mejor expresa la figura satírica del Quijote y lo plasma en su obra "Tale of a Tub", donde se produce la eterna polémica intelectual entre antiguos y modernos y el autor como neoclásico defiende a los clásicos. Es por ello por lo que crea un personaje moderno que es escritor y lo parodia hasta la saciedad. Es víctima de una locura imitativa, como le pasó a Alonso Quijano. Satiriza el saber y los abusos de la religión, su narrador es una figura quijotesca, una imitación fallida.
También ocurre lo mismo en la obra de "Los viajes de Gulliver", cuya parodia del Quijote es más sutil y se percibe sobre todo en el libro IV, el país de los caballos, con los que el protagonista se identifica y los quiere imitar en todo momento al regresar a su Inglaterra natal. Es una utopía de la irracionalidad. El narrador en este caso, homodiegético es Gulliver y tales desvaríos los cuenta con total seriedad y es el lector a quien corresponde discernir la sátira. Las obras de Swift están protagonizadas por personajes quijotescos y cuentan algo cómico como si se tratase de algo serio. La sátira de este autor augústeo tiene una clara raíz cervantina.

Alexander Pope, el gran autor neoclásico del XVIII escribe "La estupidiaria", (The Dunciad) y su objetivo es destronar a los malos eruditos y lo hará de manera épica. Habla de lo cómico de manera elevada. Se trata de la sátira scribleriana, donde se ve el tratamiento grave de una materia ridícula. Está esta técnica muy ligada a Cervantes, es ficción quijotesca, y gira en torno a la idea de ironía grave (gravedad cervantina).

Como vemos la recepción del Quijote va evolucionando y no de forma aislada, unos autores influyen a los venideros en la lectura de la obra de Cervantes. El Quijote se ha considerado un elemento de subversión de las bases y los presupuestos intelectuales.

Se inicia posteriormente a estos autores, una nueva interpretación de la obra de Cervantes. La obra de H. Fielding marcará una nueva visión del Quijote y aparece la novela inglesa, además Fielding así lo deja evidenciado en el subtítulo de la obra.Ya encontramos un Quijote en proceso de "heroicización", si bien es cierto que aún su imagen se encuentra contaminzada con pinceladas de la sátira. El personaje quijotesco ahora será el instrumento para criticar la realidad que le rodea yque no considera que esté a su altura. Es a partir de este momento cuando se distingurirá entre quijotismo (la figura propiamente dicha del personaje) y cervantismo (la teoría y la técnica para generar una novela en base a los presupuestos de Cervantes).
El personaje quijotesco pasa a ser el modelo ético que propone el texto, la locura ya no lo es, ahora se considera excentricidad. Fielding le da la vuelra a la sátira scribleriana. En la obra de "Tom Jones", Fielding utiliza la técnica cervantina pero no se considera quijotesca y es uno de los escritores que desarrollan
la novela cervantina.

viernes, 12 de noviembre de 2010

1.900 razones para leer 'Guerra y Paz'


Durante su última visita a China, el pasado mes de septiembre, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, sorprendió a una estudiante del Instituto de Lenguas Extranjeras de Dalian absorta en la lectura de 'Guerra y Paz', la gran novela épica de León Tolstoi. "Es muy interesante, pero muy voluminosa. Son cuatro tomos", le advirtió el líder del Kremlin.

No cabe duda que las casi 1.900 páginas de 'Guerra y Paz' imponen de entrada como la cerviz de un gorila de discoteca o los colmillos perfectamente curvados de un mamut siberiano.

Si bien en Rusia la obra está prescrita como lectura obligatoria en las escuelas, en España son legión quienes se parapetan en el grosor de la novela para evitar coger por los cuernos la que probablemente sea la mejor novela de todos los tiempos. "Cuando se lee a Tolstoi, se lee porque no se puede dejar el libro", decía Vladimir Nabokov, convencido de que la amenidad no tiene por qué estar reñida con la amplitud.

Coincidiendo con el centenario de la muerte de Tolstoi, que se conmemora este año, la reedición en España de 'Guerra y Paz' a cargo de 'El Aleph' (con traducción de Lydia Kúper), le quita el polvo a una novela imprescindible, epopeya coral de una época y radiografía del alma humana que no pocos consideran La Biblia de la literatura.

"'Guerra y Paz' nos cautiva porque contiene esos problemas filosóficos eternos que preocupan a todos los hombres: qué significa el amor o qué es el mal, como cuando Bezujov se pregunta por qué la gente mala se agrupa tan rápidamente y la gente buena no", explica a ELMUNDO.es Irinia Petrovitskaya profesora de literatura en la Universidad Estatal de Moscú (MGU) experta en la obra de Tolstoi.

Portada de una de las ediciones de 'Guerra y paz' en ruso.
Hace diez años Irina estaba en Barcelona, cuando sufrió un acceso alérgico que la condujo a un estado de muerte clínica en un hospital de Tarragona. "Estando allí me sorprendieron los médicos españoles que, al saber que yo era profesora de la universidad de Moscú, para devolverme a la vida me decían: 'Tolstoi, 'Guerra y Paz', Dostoyevski...'. Aquello fue muy conmovedor", recuerda.

Durante aquel trance, tumbada boca arriba en la camilla de aquel hospital, Irina se sintió como el héroe de 'Guerra y Paz', el príncipe Andrei Bolkonski, que mientras yace herido en el campo de batalla de Austerlitz clava su mirada en el cielo y en Napoleón (que se le acerca) para comprender de un plumazo el misterio de las alturas, de la altura infinita del firmamento y de la altura escasa del emperador francés ("Bonaparte le parecía un ser pequeñísimo e insignificante al lado de lo que estaba ocurriendo en su alma y el alto cielo infinito por donde se deslizaban las nubes").

'Guerra y Paz' es un electroshock para el alma. Sus páginas están trufadas de cientos de consejos ("¡goza de estos momentos de felicidad, trata de que te amen, ama! No hay más verdad que esa en el mundo"), de reflexiones, de meditaciones ("sólo conozco dos males reales en la vida: el remordimiento y la enfermedad", dice Andrei), así como de vivos diálogos sobre la muerte.

Además de exhaustivo manual de historia de las guerras napoleónicas (en 1867 Tolstoi visitó Borodinó para trazar croquis del campo de batalla), 'Guerra y Paz' quizá sea el libro de autoayuda más extenso jamás escrito.

"¿Quién soy yo?, ¿para qué vivo?, ¿para qué nací? Estas son preguntas sobre el sentido de la vida se la hacían para sí Tolstoi y Dostoyevski", explica Irina, que incide en la idea tolstoiana, presente en 'Guerra y Paz', de la responsabilidad del individuo ante el destino del mundo, uno de los rasgos del alma rusa pintado por la literatura clásica que presentan algunos personajes de la novela y también de 'Anna Karenina', su otra obra cumbre. "No tratan simplemente de buscar la comodidad individual en este mundo, sino de ver qué pueden hacer para la humanidad, para todo el mundo", afirma Irina.

Sus personajes
Dotando de vida eterna a sus personajes Tolstoi consuma su milagro como creador, como 'Dios creador' de la literatura. Porque debajo de sus charreteras, de sus faldones, de sus corsés y de sus uniformes, los personajes de 'Guerra y Paz' reviven con cada lectura. Derrochan vitalidad cuando aman, cuando meditan, cuando se baten a duelo, cazan liebres o bailan en salones palaciegos; están vivos cuando matan franceses en Borodinó, cuando se emboban ante la visión del zar Alejandro I ("Dios mío, qué feliz sería si me ordenada arrojarme ahora mismo al fuego", piensa Nikolai Rostov) o cuando reflexionan sobre el amor o la gloria ("a nadie se lo confesaré jamás, pero, Dios mío, ¿qué le voy a hacer si no deseo más que la gloria y el amor de los hombres?", se pregunta el príncipe Andrei).

"Tolstoi nos está diciendo en 'Guerra y Paz' que hay dos niveles de existencia, dos niveles de comprensión de la vida: la guerra y la paz, entendida ésta no solo como ausencia de guerra, si no como entendimiento entre las personas. O bien estamos enfrentados con nosotros mismos, con la gente y con el mundo o estamos reconciliados con él; y en este caso el hombre se siente feliz. A mí me parece que eso debe cautivar a cualquier lector, de cualquier país", explica Irina, que envidia a quienes aún no han saboreado la obra rusa con más denominación de origen.

A los personajes de 'Guerra y Paz', en perpetua búsqueda de sí mismos, se les sale la vida por los ojos (el rasgo predilecto de Tolstoi), incluso cuando se les cierran los párpados, como al mariscal Kutuzov, que se humaniza ante nuestros ojos al quedarse traspuesto en plena la exposición del plan de batalla de Austerlitz. Pero no todo es tragedia y existencialismo en la obra cumbre de Tolstoi.

El humor
El humor también flota por las páginas de 'Guerra y Paz' como el humo en el campo de batalla. Imposible no esbozar una sonrisa cuando vemos al padre del príncipe Andrei, cegado ya por la demencia senil, empeñado en cambiar cada noche la posición de su cama, o cuando leemos el siguiente párrafo: "Se decía que [los franceses] ya se habían llevado de Moscú todas las oficinas públicas y [...] sólo por eso Moscú debía mostrarse agradecida a Napoleón".

"En el siglo XXI este libro debe ser considerado como un libro de culto, como un 'bestseller' emocionante, porque ante todo es un libro que trata sobre el amor, sobre el amor de una heroína memorable como Natasha Rostov y de Andrei Volkonsi, y después de Pierre Bezujov. Es la persona que quiere a su marido, a su familia. Eso son los conceptos sin los que nadie puede vivir. La novela está impregnada de cariño, de amor, de todo lo terrenal, de amor a la gente, a cada uno de nosotros", explica emocionada Nina Nikitina, 'guardiana' del museo de Yasnaia Polaina, la hacienda donde nació, vivió, escribió y fue enterrado Lev Tosltoi tras morir en 1910 en la casa del jefe de estación de Astapovo.

Según ella, 'Guerra y Paz' desprende optimismo por los cuatro costados de cada tomo porque "fue escrita en los años felices de la vida de Tolstoi, cuando se sentía escritor con todas las fuerzas de su alma, como él mismo aseguraba, gracias a que tenía las tablas de su familia, en concreto de Sofia, que constantemente pasaba a limpio sus escritos", explica Nikitina.

Una obra universal
¿Qué hace de 'Guerra y Paz' una obra tan universal? ¿Cómo es posible que la peripecia de un puñado de condes, príncipes y princesas rusos del siglo XIX siga conmoviendo a los lectores del siglo XXI? "A mis estudiantes en sus 22-23 años lo que más les preocupa es el amor o la familia. Si es posible hoy en día formar una familia, y eso es algo que está presente en la obra de Tolstoi", concluye Irina.

"No te cases nunca, nunca, amigo mío; te lo aconsejo. No te cases antes de que puedas decirte a ti mismo que has hecho todo lo posible por dejar de amar a la mujer escogida [...]", le dice el príncipe Andrei Bolkonski, arquetipo del héroe ruso, a Pierre Bezujov, personaje antitético de naturaleza melancólica y torpe (se le resbalan los anteojos y tropieza con los muertos) que fue interpretado por Henry Fonda en la versión cinematográfica de 1956. La conversación entre Andrei y Pierre tiene lugar en un salón palaciego de Moscú poco antes de la invasión napoleónica de Rusia de 1812, pero es probable que si aguza el oído la oiga hoy en el autobús camino del trabajo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Literatura Comparada: La imagen de España en la Literatura Medieval Francesa (Prof. Tomás Gonzalo)


La imagen de España en la Literatura francesa tiene muchos prismas, y uno de los más claros para los comparatistas es el género de la épica. La influencia de lo francés en lo español, desde un punto de vista literario, tiene un grado inferior que lo que aportó la pensinsula ibérica en lo galo. Parece ser que una de las razones que pueden explicar este hecho factual sea la bonanza económica y la preponderancia gala en la época medieval.
El género por excelenica que ayuda a explicar la imagen que España proyectaba sobre Francia son los Cantares de Gesta. Para un gran número de cantares de gesta franceses, la península ibérica es el escenario perfecto e ideal del héroe francés. España es el contexto espacial perfecto donde debe desarrolarse la acción de los cantares de gesta del ciclo de Carlomagno,no en vano, cuatro se desarrollan en Italia, uno en Bretaña, uno en Alemania y ocho en España. En el ciclo de Guillermo la proporción es aún mayor. Es indudable que los juglares concedían gran importancia a España a la hora de fabular. Incluso los cantares de gesta cuya temátida es el vasallo rebelde también tienen su desarrollo en la península ibérica. El nombre de España, escrito a lo antiguo "ESPAIGNE" es citado en diversas ocasiones. A veces se menciona a la península ibérica con adjetivos y epítetos, "tierra salvaje", "tierra pagana", "España la rica", "extraño país" o "tierra cruel".

Cartografía y Geografía: En la toponimia de los cantares de gesta se mencionan dos rutas privilegiadas, una es el camino de Santiago por razones sobradamente conocidas. El otro territorio es el noroeste de la península, Cataluña y Valle del Ebro.

Referencias reales en España: La españa musulamana es la que les interesa, se habla también de la grandeza de Córdoba. Otra referencia real es el oro de España, los caballos de España, el caballo de raza árabe es muy reputado. Las armas de Toledo son temas de obligada cita en los cantares, recordemos a esta ciudad como centro de fabricación de armas que trasciende más allá de las fronteras. La seda de Almería es otra riqueza reputada. El tema referencial por excelencia es el cuero de Córdoba. Los oros trabajaban mucho el cuero.

Otras realidades citadas en los cantares son las mahomerías, los médicos sarracenos, princesas magas, los gritos de los moros en el combate y el ruido de los tambores. Los tambores curiosamente no existían en occidente, fueron inventados por los moros.
Otro elemento esencial y real trascendental para la Literatura de los Cantares de Gesta, es el Camino de Santiago, fuente de inspiración para juglares y recurso inagotable de historias y proezas. De hecho, la referencia al apóstol Santiago se percibe en un setenta por ciento de este género literario. Aparecen peregrinos que en ocasiones son anónimos y otras veces no. Debemos recordar que, el término peregrino hace mención solamente al creyente que se desplaza hasta Santiago de Compostela. El creyente y devoto que recorre el trayecto hacia otros lugares adquiere otra nomenclatura, como es el caso del “palmero” o “romero”. El primero se dirige a Jerusalén y el segundo a Roma.
Se puede considerar a Carlomagno el peregrino número uno y es una realidad que aparece en los topónimos de los Cantares de Gesta. La descripción del conjunto de los peregrinos es otra realidad. Las leyendas con las que nos encontramos muchas veces son difícilmente atribuibles a fuentes francesas o españolas.

Frente a esta perspectiva real, también nos encontramos muchas imágenes que no responden a la realidad. España se presenta como si solo hubiera estado habitada por moros que son llamados de muchos modos: sarracenos, turcos, libios e incluso eslavos (procedente de la etimología esclavo). La tradición de hacerse con esclavos por la zona de Dacia la continuaron los moros.
Los juglares quieren reflejar las proezas del héroe cristiano francés ignorando una realidad objetiva: al héroe cristiano español. Parece que la reconquista sea cosa de franceses. Otra falta de rigor es el hecho de presentar las ciudades moras con carencia total de nombres cristianos. Los juglares ensalzaban a Carlomagno que se apropió del apóstol Santiago.

La toponimia irreal es abundante pues las ubicaciones geográficas las hacen sin rigor. Por ejemplo sitúan a Córdoba junto al mar. Otra cosa que no encaja es la manera de presentar la religión y es que presentan a los moros como politeístas. Las mujeres moras son descritas como bellas damas de pelo rubio y ojos azules, tez blanca apelando al canon de belleza de la época. Se idealiza a la mujer mora. Ahora bien, a la hora de describir al padre de esa bella mujer, se habla del moro feo, moreno y ennegrecido. Las princesas están dispuestas a cristianizarse y casarse con el héroe francés. Salvo algunas realidades vagamente conocidas, la mayoría son fantásticas. Es una visión pintoresca, probablemente por falta de conocimientos sobre la península ibérica. Los juglares han querido plasmar una imagen literaria de España.

Existen leyendas galas próximas a otras españolas como el Cantar de Roldán, que se basa en un hecho real y tiene que ver con la derrota de la retaguardia de Carlomagno. Corría el año 776 d.C. El cantar es aproximadamente del año 1080 d.C. Se guarda el hecho histórico y los juglares lo modifican y hacen que sean los moros lo que vencen a Carlomagno, ignorando que en realidad fueron los vascones-montañeses. Históricamente una derrota se convierte en un hecho fundador de nación, es el mito fundador. El juglar literaturiza el hecho histórico.

También ocurre con el Asedio de Barbastro, perteneciente al ciclo de Guillermo. Al parecer una ciudad ocultaba mucha riqueza y formas de vida envidiables para cualquier cristiano francés. Este rumor se extendió por toda la cristiandad. Es por ello por lo que se funda un ejército para una acción común. (Año 1063). Esa ciudad estaba ocupada por lo moros. Asedian Barbastro y en 1064 conquistan la ciudad. Se descubre que efectivamente había una gran riqueza y unos modos de vivir muy atractivos. Este hecho se extendió en el imaginario colectivo francés. Se puede percibir que este cantar se atiene a la realidad, siempre teniendo la hipérbole como un recurso más utilizado.

Uno de los cantares más interesantes que encontramos en la tradición gala, el Mainet. Charles Mainet no es otro que Carlomagno. Mainet es un diminutivo que implicaría una traducción como “la historia del grande cuando era pequeño, las mocedades de Carlomagno”. Cuando éste era niño, se enfada con su padre, Pipiño el breve y es por ello por lo que emigra a Toledo, donde se enamora de una bella mujer mora. En pleno enamoramiento llega la noticia de que el Rey y padre de Mainet ha fallecido por lo que éste se convierte en Rey. Por miedo a que el padre de su amada, rey moro, tomara medidas contra él ahora que ya es rey, regresa a la corte y escapa de Toledo. Es nombrado rey con todos los honores, regresa a la ciudad conquistándola y casándose con la mora. Curiosamente en la tradición española ocurre el mismo hecho con el rey Alfonso VI cuya amada mora se llamaba Zaida. Parece sobradamente comprobado y así lo determinan numerosos comparatistas que es un tema típicamente español, adoptado por los franceses.

Después de lo aquí expuesto, parece pertinente señalar que todas las noticias que en los Cantares de Gesta se dan, aparecen literaturizados para de este modo crear un imaginario atractivo. Posterior a la Edad Media, se verá al moro en la Literatura Española como un personaje idealizado de algún modo. Encontramos a la salida de la Edad Media dos textos fundadores, “Las Guerras Civiles de Granada” de Pérez de Hita y una obra breve, “La Historia del Abencerraje y la Hermosa Jarija”. La unión de ambos hizo que en Francia, en el siglo XVII se creara un subgénero conocido como la Historia hispano morisca. Ya el siglo XIX, aparece un último coletazo de esta temática, “Las Aventuras del último Abencerraje” de Chateaubriand, donde se idealiza al moro de Granada.