viernes, 18 de junio de 2010

Coplas y rios


Recuerde el alma dormida,
alma que en mi interior se encuentra,
Avive el seso y despierte,
del onírico mundo,
contemplando,
cómo se pasa la vida,
vida pasajera y fugaz,
cómo se viene la muerte,
inexorable y silenciosa,
tan callando,
cuán presto se va el placer,
efímero y borroso,
cómo, después de acordado;
da dolor,
pues la vida es recuerdo,
cómo a nuestro parecer,
y al del poeta,
cualquier tiempo pasado
fue mejor,

martes, 1 de junio de 2010

Narciso


Uno de junio del año 88, se apagó tu bello reflejo, fuente de mitología e ingrato recuerdo. La vanidad te empujó hacia aguas más profundas, frías y cristalinas. La estela se aleja tras de tí. Vanidad ¿Narciso? Todo menos eso; quizá bondad infinita que emana de tu corazón. Recuerdo de un brasero de cisco, caliente, incandescente, viejo y bello por igual. Gracia de la antigüedad, reliquia de un viejo salón. Ceniza que descansa en ese cuenco que nos persigue; vivencias de un barco que navega sin rumbo y que la tormenta lo hace naufragar. Tu voz se hace extensible en el tiempo, timbre que resuena en nuestro interior, qué dulce y qué tierno.