miércoles, 16 de marzo de 2011

Imperio romano, poesía griega y universalidad en el Pro Archia de Cicerón .Prof. José Carlos Fernández Corte


Aproximadamente en el año 62 a.C.. Cicerón pronuncia un discurso en defensa del poeta Aulio Licinio Arquias, convirtiéndose dicho discurso en una de las piezas más importantes de la literatura universal. Junto a la Ilíada, La Eneida, La Divina Comedia y El Quijote, el Pro Archia suele aparecer en esos elencos de obras notables. Este poeta tenía procedencia griega y ciudadanía romana, pero le acusan de haber falsificado la documentación que le proporcionaba la condición de ciudadano romano. Es por ello, por lo que Cicerón decide defenderlo.
Archias como autor, no busca lo que buscaban otros autores, no busca notoriedad ni dinero, sólo busca ser ciudadano romano de manera legítima. Su obra, no es una obra de mercado. Es un poeta épico que escribe sobre hazañas romanas. Cicerón tiene que defender esta obra y a su autor con un gran obstáculo y es que carece de documentación para demostrar la ciudadanía de Arquias pues se quemaron todos los archivos.
Cicerón habla delante de un tribunal jurídico que otorgará o no, la ciudadanía al poeta. Las letras no están destinadas al público sino a un ciudadano romano. Arquias no es un poeta al uso, es un poeta griego en la ciudad de Roma, donde se habla latín. Cicerón defiende la aceptabilidad de la poesía en griego y es eso lo que termina defendiendo. El núcleo de se discurso es cultural (poesía) y político (ciudadanía). También se ve crítica literaria puesto que no en vano, el tribunal determinará si la poesía vale o no.

El Pro Arquia es un discurso singular, muy diferente de los otros de Cicerón. Él mismo lo dice al comienzo de la pieza, cuando se anticipa a pedir excusas al jurado por la licencia que se va a tomar: “[Permítanme, jueces, usar] un tipo de discurso especial, casi nuevo e inusitado.

Volviendo a la cuestión de la ciudadanía, ésta concedía muchas ventajas a quien la ostentaba; si bien es cierto que el ciudadano incorporado era culturalmente inferior. Arquias es un poeta épico y el padre de la poesía épica es Homero y ciertas ciudades lo temían como conciudadano.

Cicerón en su discurso manifiesta que las letras griegas se leen en casi todo el mundo mientras que el latín sólo en Roma. Así que si nuestras hazañas se definen por los límites de la urbe, dice Cicerón, no hay objeto por qué poner freno a esa expansión gracias al potencial universal que posee el griego. Cicerón también defiende a Arquias y dice que es un poeta improvisador, recita sin escribir. Pero si escribía tras la meditación, entonces es tan bueno que su gloria igualaba a la de los poetas antiguos, escritores canónicos. Arquias componía miles de versos sobre la marcha y lo hacía útil para la vida romana. La nobleza romana en su vida socio-política había ocasiones en los que el poeta improvisaba respuestas ingeniosas para el noble. Capacidad de improvisación para ser notario de la vida social.

El discurso Pro Archia de Cicerón, más que la defensa del poeta Arquias, acusado de usurpar la ciudadanía romana, es la defensa de la humanitas, de la cultura literaria, concebida no como mera erudición, sino como un saber ennoblecido por un elevado ideal moral.
Según Cicerón, las letras constituyen el mejor camino para el hombre que aspira a la plenitud de su humanidad y a convertirse en un homo humanus.

IMPORTANTE DEFENSA DE LAS HUMANIDADES:
Quod si non his tantus fructus ostenderetur, et si ex his studiis delectatio sola peteretur, tamen (ut opinor) hanc animi adversionem humanissimam ac liberalissimam judicaretis. Nam ceterae neque temporum sunt neque aetatum omnium neque locorum: haec studia adulescentiam alunt, senectutem oblectant, secundas res ornant, adversis perfugium ac solacium praebent, delectant domi, non impediunt foris, pernoctant nobiscum, peregrinantur, rusticantur.

No hay comentarios:

Publicar un comentario