domingo, 27 de diciembre de 2009

Estrella


Vi pasar una estrella con forma de corazón

su estela era plata y en su cola un gran amor


Montada a horcajadas sus señales yo vi
acompaña por las ninfas,flanqueadas por un delfín


Su rostro angelical mostraba paz interior
con ella quiero irme, me lo dice su cálida voz


Contemplaba el horizonte, mientras soñaba con ella
De repente junto a mi, esa bella doncella

Dulce princesa de mi vida,
quizá por ella muera

Clara cima


Ese hombre de pelo cano
bigote frondoso y pequeño tamaño
camina por los espinos
¡Ay mi destino!

Alta Cumbre de sabiduría
Callao frio, largo y sinuoso
báculo que guía
¡Yo portaría!

Deslumbra, dulce ceguera
en tu cima dorada yo muera

Sábana blanca de terciopelo
allá en lo alto, mi consuelo

sábado, 26 de diciembre de 2009

Fluye


Vida que pasa y se diluye
en un tono gris de poco brillo
susurrando,
Rio que hacia el mar ya fluye
despidiendo a un viejo arbolillo
contemplando,
Qué pronto el fuego quema
Qué pronto las cenizas llegan
acabando,
Ayer corría libre, dulce poema
Hoy amargas alas, que se despliegan
llorando

La Fuente

Fuente que inspira un recuerdo
Niño que salta y besa la lanza
Ojos cerrados, olor a verano
Fría piedra que choca valiente

Ahora diviso tu altura
Pequeño de gran hermosura
Cruza por ella, apaga la sed
Pues ya queda lejos esa niñez

Asomarme yo quisiera a tu espejo
Y contemplar esa vida pasajera
En el fondo un deseo por cumplir
Regresad por la senda del poeta

Camino de esa fuente me dirijo
Estela de quien en ella se detuvo
Calma la pena, besa la piedra
Espada y Lágrima se funden en ella

sábado, 19 de diciembre de 2009

Tren lejano


A la espera se le suma la ansiedad
De un viejo amor de juventud
Que le enseñe el tiempo a respetar
Un dolor profundo y muy hiriente

Vago sin rumbo fijo, pronostico ansiedad
En mi castillo ya hay reina, dulce verdad
Alma esperando en la esquina, sufre mucho y se lamenta

Viento con nuevos presentes, y un amor que contempla
La venida del otoño, época de reflexión
Fuerte lluvia, fuerte viento y hoja marrón

Aquí seguiré esperando, barca, Vela y corazón.
Aquí yo solo, naufragando
Tormenta que trae presagio de un amor de juventud

Guerrero


Soldaditos de fuerte estructura
Salir quieren, ¡qué locura!

Agita con fuerza su escudo
Y al patrón lo dejan mudo

Empeño en ver la claridad
Y Deseo de ver algo más

Claman al cielo su libertad
No seas mala y hazlos volar

Exhaustos, blancos y pegajosos
Invaden un bosque frondoso

Muertes en el campo de batalla
Limpieza a fondo, hay muchas bajas

Nuevos soldados empiezan a formar
De nuevo listos para atacar

No los dejes descansar
¡Haz que salgan una vez más!

Memoria Pueril


Memoria que queda lejos
Recuerdo en blancos espejos
Añoranza de un pasado borroso
Que turba a un ser honroso

Tarde de amigos en la plaza
Juntos, risas y a la caza
Clepsidra seca, Tiempo parado,
Abundantes horas, en mi reinado

Mañana, tarde y noche
Insultos y motes, un derroche
Motes, caras y gente
Gran silbido de repente

Cenizas que vuelven al barrio
Soledad y un aroma agrio
Nadie hay, no se oye nada
Pared pintada y calle amada.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Vuelo


Horizonte lejano que brilla
Con su luz potente que dista
Del ojo creador que observa
Una mente inquieta

Tranquila orilla de algodón
Que hace sonar en tu interior
Panorama que hace pensar
En un mundo de cristal

Frágil Soledad yo vi pasar
Cuerpo y Alma quieren volar
Envuelve mi ser, ven a por mí
Brazos abiertos, has de seguir

viernes, 4 de diciembre de 2009

Omisión


Palabras, palabras, palabras
Vocablos que expresan un sentimiento
Haz uso de tal facultad

Feliz el que habla, feliz el que oye
No calles tu vida, diselo ya
Haz uso de tal facultad

Omite, no es bueno.
Palabras que fluyen, mentes que discurren. Haz uso de tal facultad

Yo te amo, no lo dije
Tempus fugit, no volverá
Haz uso de tal facultad.

Angel del Amor


Segundo mes del gregoriano
Purificación en Roma, tiendes tu mano

Cupido erguido Vela por vos
Flecha hechicera, en pos del amor

Eros me empuja a un gran vergel
Pasión y emoción, volví a nacer

Ascenso platónico, sentimiento agudo
Contemplo sin tregua, observo con fe

Junto a una diosa, bebo ambrosía
La miro, no hablo ni un solo vocablo

Miradas profundas, ojos abiertos
Placer, emoción ¿estaré yo despierto?

Cómplices sonrisas, caricias de manos
Mesa de madera, estamos soñando

Mañana otra vez, esto es un placer
Volver a por ti, volver a nacer.

Alejandría


La belleza de las letras
Se me graban en el alma
Viviendo vidas ajenas
Contando historias eternas

Día gris, nube clara
Veo la lluvia en mi ventana
Pergamino, pluma, tintero
Autores, sin ellos muero

Volúmenes incunables
Olor a antigüedad
Pupitre y atril usado
La "vanitas" me hace pensar

Los Clásicos desasnan graves
Ilustran toda una generación
Jóvenes, viejos y niños
¡Todos lean a Platón!

Retórica, poética, prosa y poesía
Locus amoenus, Personajes, ironía
Metáfora, comparatio, alegoría
Textos, hojas, Hermenéutica baldía

Tormenta que incita a leer
Gris cielo que insta a escribir
Frío y lluvia que queda por ver
Coge un libro y empieza a vivir.

Deuda


Ñina de oscura ventana
Sonrisa de primavera
Duro interior es el tuyo
Conquistarte yo quisiera

Infancia polvorienta
Abuso paternal,
buscas tu estrella
En el fondo de la mar

Abuela de mis amores
Cara angelical
Me salvas de este naufragio
Vuelvo por ti a navegar

En busca de mares dorados
En busca de estrellas de mar
En busca de oasis colmados
Sin ti vuelvo a naufragar

Vuelve por mi, no me olvides
Quiero volverte a abrazar
Calienta el lecho abuelita
Como cuando volvía de trabajar

Mi poema yo recito
Con amor y devoción
Por ti volví a la vida
Por ti volví a sentir calor

Atrás quedó la tormenta
Ya se fue todo mi penar
Ahora la luz es intensa
Quiero volverte a besar

Oasis donde reparo
Mis heridas y mi mal
Dios te bendiga abuelita
Por ti volví a navegar.(fin)

jueves, 3 de diciembre de 2009

“LA TEJEDORA DE SUEÑOS”, Buero Vallejo


“LA TEJEDORA DE SUEÑOS”
Penélope y la fidelidad quebrada

Cuando uno se enfrenta a la Odisea de Homero, descubre una imagen de Penélope que dista ciertamente de la que presenta Buero Vallejo en su obra “La Tejedora de Sueños”. En la obra del poeta griego, la esposa de Ulises es un personaje ceñido al hogar que ha dejado vacío el héroe; se muestra prudente y con un corazón entristecido por la ausencia de su amado. Se niega a perder toda esperanza sobre el regreso de su amado, ella espera firme y es una esposa fidelísima que no cae en la destemplanza de sus pretendientes. Es una mujer ejemplar que lleva esperando veinte años el regreso de su marido y que la rueca con la que hila es metáfora del tiempo transcurrido.
La “Penélope” de Buero se convierte desde las primeras líneas en protagonista de la obra, esa mujer que vive en soledad pasa a un primer plano. La esposa fiel, ahora lidera un argumento, pero sigue sumida en la tristeza y en la indecisión. Llega a conocerse por dentro y el sentimiento que predomina en ella es el de una mujer frustrada a la que el paso del tiempo la ha deteriorado y que emite un reproche en voz alta contra la guerra de Troya, pues ésta dejó sin marido a un gran número de mujeres. Entonces siente odio por Helena y por Ulises, por los veinte años pasados en soledad y por las horas infinitas que ha pasado delante del telar, tejiendo y destejiendo un estúpido sudario que, por sorprendente que parezca, carece de simbología, aunque sea aludido con él, el propio Laertes. Homero había puesto en boca de Penélope palabras que implicaban una fidelidad eterna, propia de una mujer abnegada; ahora Buero quiebra esa orientación convirtiéndola en presa del tiempo, de la frustración y de la falta de esperanza, pues todo ha sido fruto de un sueño y será éste la que le dé el descanso eterno.

El dramaturgo español parte de unos presupuestos muy legítimos a la hora de idear su obra: Helena, la guerra de Troya, la ausencia del esposo, la pérdida de esperanza, la soledad. Pero da una vuelta de tuerca más a la obra homérica, Penélope odia cuanto Helena motivó. Ulises en su regreso, quiere volver a vivir desde el mismo punto en el que él abandonó Ítaca, y esto sencillamente ya no es posible. Buero lo deja muy claro. Ahora Penélope, esa mujer que fue fiel y devota, paciente y abnegada, que se encontraba instalada en la esperanza, quiere e intenta crear un nuevo orden en su cosmos y ese nuevo mundo está protagonizado por uno de los pretendientes, el leal Anfino. Esto, como es de suponer resulta difícil de imaginar en el texto homérico. La llegada de Ulises, rompería dos perspectivas fundamentales en la vida de nuestra protagonista. Por un lado, se rompería el sueño en el que se encontraba la ausencia de Ulises, por otro, el futuro con uno de sus pretendientes, Anfino. Esa ausencia mencionada, es el centro de una idea vertebradota de la obra de Buero pues es en ella donde sitúa Penélope a Ulises y a Helena, que representan una simbología humillante. Ulises se marchó a Troya concitado por Menelao para rescatar a Helena y fue ésta la auténtica culpable de la pérdida de los maridos de muchas mujeres. Penélope se ve avocada al deterioro físico que el tirano tiempo provoca en todos nosotros, es ahí donde Buero consigue una imagen muy humana de ella. Helena sigue bella por boca de Ulises y es ese sentimiento de venganza el que provoca en la mujer abnegada una reacción que será crucial para la obra teatral que plantea Buero Vallejo. Penélope se muestra desde su interior hacia fuera, sorprendiendo a propios y a extraños y poniendo al héroe en una tesitura poco habitual.
Ulises vuelve y esto provoca un caos en el orden cósmico establecido en el interior de su mujer. Lo mismo ocurrió con su partida, que ni el propio Atlas hubiera sujetado tan asolador mundo, un mundo en el que tuvo que vivir a la “viuda”. El héroe una vez más juega con ventaja en las dos obras, tanto en la griega como en la de Buero. Su manejo del arco le conducirá hacia el éxito, pero ignora de todo punto, que ese éxito pronto se tornará en odio y en desazón puesto que Buero así lo quiere. Lo que hace veinte años conquistó a la bella Penélope, esto es, el manejo del arco por parte del héroe ahora Buero lo trastoca y la gallardía demostrada una vez más por Ulises no tendrá recompensa. Ahora la esposa posee otros valores a los que le han conducido la tristeza, la soledad y la desesperación: la maestría con el arco, las implicaturas sexuales y machistas que ello conlleva no le sirven. Lo que ahora a ella le importa, es la valoración sentimental de los seres. Buero hace algo excepcional e impone la victoria emocional e intelectual al propio héroe y guerrero. En cierto modo, aunque vagamente, esto recuerda al discurso de las armas y las letras. Anfino ahora representa la cordura y el intelecto y es destruido por las armas y la fuerza, por el héroe que ahora ya no lo es tanto, como muestra Buero Vallejo.

Digna de mención es la criada Dione, figura fundamental en “La tejedora de sueños” pues encarna la figura del malvado y se encuentra en un plano opuesto al personaje de Penélope, pues ambas están enamoradas de Anfino y ambas sienten amor por Telémaco, una filial y otra sexual. Dione también es tejedora, pero no de sueños sino de planes y estrategias. La suya es unir a la reina con Anfino para que ella se convierta en amante y pueda disfrutar de las riquezas del palacio. Es Dione la que posee la llave que abre el secreto de Penélope, un secreto que la conduciría a la perdición, pues destejer es una tarea innoble que impacientaría aún más a los pretendientes. Penélope no representa al personaje de Homero, ni Ulises ni Telémaco y es precisamente Dione la que nos pone en la pista de esa nueva concepción de personajes, nos abre los ojos sobre la nueva vertiente que plantea Buero, y es por ello que el dramaturgo le de tanto relieve: Dione es el detonante de la acción modificadora con respecto a la obra original.
En el texto original de Homero, Telémaco es un hijo dedicado a su madre y muestra respeto hacia ella sin variaciones. Es una figura noble y fiel al linaje de su padre. Sin embargo, Buero dintela una figura muy diferente. Telémaco es un personaje enamorado de una de las esclavas de su madre, ésa mencionada líneas más arriba y que conducirá a la perdición a todos los personajes. La madre defenderá al hijo sin que él lo sepa y el muchacho caerá en los brazos codiciosos de una esclava. Por ello, Penélope lo aleja de Dione enviándolo en busca de su padre, lo que propiciará un enfriamiento en las relaciones que conducirán al olvido.

En la “Tejedora de Sueños” nos enfrentamos a la historia de Penélope y a su vez intentamos dar sentido a un mito. Buero ha entendido lo que fue la creación homérica y lo hace renacer, dándole vigencia y validez en nuestro tiempo, en nuestra época.