sábado, 8 de mayo de 2010

Cartas Literarias a una Mujer


En una ocasión me preguntaste: ¿Qué es la poesía?

¿Te acuerdas? No sé a qué propósito había yo
hablado algunos momentos antes de mi pasión por ella.

Mis ojos que, a efecto sin duda de la turbación que experimentaba, habían errado un instante sin fijarse en ningún sitio, se volvieron entonces instintivamente hacia los tuyos, y exclamé al fin: ¡la poesía... la poesía eres tú!

Yo aún tengo presente el gracioso ceño de curiosidad burlada, el acento mezclado de pasión y amargura con que me dijiste: ¿Crees que mi pregunta sólo es hija de una vana curiosidad de mujer? Te equivocas. Yo deseo saber lo que es la poesía, porque deseo pensar lo que tú piensas, hablar de lo que tú hablas, sentir con lo que tú sientes, penetrar por último en ese misterioso santuario en donde a veces se refugia tu alma, y cuyo dintel no puede traspasar la mía. (...)

1 comentario:

  1. Y era verdad, ella sólo acertaba a mirar desde el dintel de sus ojos las pinceladas con las que él mudaba todos los días el cuarto de sus pensamientos. Su amor incombustible al parpadear redibujaba las llamas de aquella estancia donde ella acabaría siendo un reflejo en los ojos de él. Y es que aún si ella no existiera el la intuiría en el fondo de su espiritu, porque somos un género de X e Y y nacimos con la impronta en los genes de la poesía.
    Aún sin saberlo lo intuiría.

    Mimí

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